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jueves, 7 de noviembre de 2013





El sentido del dolor y del sufrimiento

La preocupación por el dolor es de gran importancia, por cuanto hoy han disminuido los niveles de tolerancia álgida. Existe mucho miedo al dolor y al sufrimiento. Esto procede de dos raíces principales: por un lado el hedonismo y por otro, los beneficios aportados por la técnica; gracias a los progresos de la anestesia y de la analgesia, el hombre está menos familiarizado con el dolor que sus antecesores, por eso le teme mucho más. Surge laalgofobia que constituye una verdadera plaga social. Nuestra cultura pretende abaratar el mal y el sufrimiento. Dice Polaino: “estamos en una cultura en la que el sufrir tiene mala prensa. El dolor es hoy un dis-valor”1 no tenemos motivos para soportarlo, sino medios técnicos para combatirlo. Hemos caído en una trampa peligrosa: pensar que somos capaces de erradicarlo, lo cual es imposible. No soportamos el sufrimiento. El miedo o pánico al dolor llega a ser patológico. Se dice que padecemos de analgofilia: aficción desmedida al analgésico; “las virtudes han sido sustituidas por las grageas”. La eficacia de los analgésicos nos ha ido ablandando. El sufrimiento se considera un intruso, que quizá desmiente la bondad del Creador y hunde en la desesperación. Se lo ve como una maldición. Se lo hace coincidir con la absurdidad. Por otra parte, se advierte una pérdida del sentido humanizante y trascendente del dolor, lo que urge recuperar, porque se olvida que el dolor tiene una dimensión perfectiva y misteriosa. Huyendo del dolor padecemos doblemente.
Según Polaino-Llorente el dolor es una cuestión que interpela a cada persona, El sufrimiento resulta inevitable. Ningún hombre puede zafarse de la experiencia del sufrimiento. De una u otra forma, todos acabamos por ser hombres dolientes. Pero decía el maestro Eckhart que: “la cabalgadura que con más rapidez conduce a la perfección es el sufrimiento”

Perspectiva psicofísica del dolor

Sobre este tema la ciencia ha hecho aportes importantes. Aquí solo señalaremos unas pocas consideraciones. El dolor tiene un primer nivel, biológico y físico, donde se manifiesta como reacción a un estímulo sensitivo perjudicial. “El dolor es un daño sentido”3. Toda experiencia dolorosa deja un recuerdo importante, no en cuanto dolor propiamente dicho, sino en tanto que experiencia dolorosa. Esa huella no puede interpretarse como algo innato, sino adquirida; y en tanto que adquirida, puede condicionar determinados tipos de actitudes frente a futuras situaciones dolorosas.

La experiencia dolorosa es compleja y más rica que la mera sensación de dolor. Existen diversas estructuras físicas responsables del dolor. La corteza cerebral tendría la función de gobernar no sólo la percepción dolorosa, sino también las actitudes, las disposiciones y ciertos comportamientos. La corteza sería la responsable de los aspectos intencionales, cognitivos, concurrentes en el dolor. En suma, el dolor es una señal al servicio de la vida ante lo que representa una amenaza para la misma.

Naturaleza del dolor

El dolor es un acto de la subjetividad, un sentimiento. Santo Tomás señala diesisiete instancias afectivas. Dice el Aquinate “los hombres son victimas de muchas deficiencias”4porque su fuerza y energía vital son limitadas, todo movimiento vital consume una parte de ellas. San Agustín lo define como un sentimiento que resiste a la división. El dolor corporal intenso, patentiza en nuestra conciencia la unidad substancial de la persona; que se revela contra su disgregación. Por su parte, Bergson considera al dolor como sensación local impotente. La tendencia a la huida que provoca el estímulo doloroso está enlazada con la imposibilidad de sustraerme a la realidad dolorosa; el dolor rompe la unidad de la persona.

En un segundo nivel, la experiencia dolorosa es mucho más rica que la mera sensación de dolor. Esta última es siempre dolor exterior, causado por un mal que es contrario al cuerpo y percibido por los órganos corporales, mientras que la quiebra y el desgarro íntimo del afligido son dolor interior, o sea sufrimiento. En el sufrimiento o dolor interior, interviene la memoria, la imaginación y la inteligencia.5

Tipos de dolor

Freud distingue tres fuentes principales del dolor: 

1. la enfermedad que nos hace descubrir nuestra finitud.

2. las agresiones del mundo exterior que nos hacen descubrir nuestra pequeñez e indefensión.

3. las relaciones con el prójimo que nos descubre la injusticia.

Por su parte, Scheler señala cuatro estratos en la persona:

1.somático.

2.vita.

3.psíquico.

4.espiritual.

De acuerdo con estas dimensiones existen cuatro sentimientos fundamentales: sensoriales, corporales y vitales, del Yo y de la persona. El dolor es un sentimiento del primer estrato, sensorial, referido al yo, pero no a la persona. Esa sería la diferencia entre dolor y sufrimiento (cuarto estrato). Y no solo por su intensidad, sino por su duración. El sufrimiento devora todas las perspectivas de futuro, la indeterminación de un horizonte sin dolor, afectando a ese estrato espiritual y produciendo tristeza.

Santo Tomás señala que la apetencia de placer y el anhelo de unidad o amor es causa del dolor, ya que este es un sentimiento que resiste a la división de resistencia de la voluntad y de la sensibilidad a una fuerza de potencia superior, la misma causa dolor, porque si tal fuerza tuviera la potencia suficiente para transformar el impulso de resistencia volitiva o sensitiva.

De acuerdo a los autores señalados existen tres especies principales de dolor: dolor corporal, dolor interior y tristeza. Estos corresponden al cuerpo, alma y espíritu.

Distintas actitudes ante el dolor


Para R. Spaemann la pregunta acerca del sentido del sufrimiento es la pregunta acerca de la experiencia de la falta de sentido, pues en esa experiencia consiste el verdadero sufrimiento ¿Qué sentido tiene la experiencia de lo sinsentido?


Tenemos miedo al sufrimiento y ese mismo miedo es sufrimiento. El temor ante el dolor físico es, con frecuencia, peor que el propio dolor; el miedo ante el sufrimiento es miedo del miedo. El temor ante la muerte no es miedo a estar muerto, sino miedo ante la situación en la que tengo miedo.


Es importante distinguir dolor de sufrimiento. Sufrir es un fenómeno complejo. El dolor físico, el malestar, la sensación de desagrado, no son desde el principio idéntico al sufrimiento. El sufrimiento no se identifica, sin más, con el dolor físico. Ni con cualquier tipo de malestar. Muchas veces, el temor al dolor hace sufrir mucho más que el propio dolor. El sufrimiento, no es un dolo físico o moral, sino un dolor que condena a la pasividad, donde no se puede hacer nada. En el fondo es una situación de impotencia que pide serenidad de aceptación de lo que no se puede cambiar. Hablar del tema sin haber padecido sufrimiento alguno, es lo más parecido a un ciego de nacimiento hablando de los colores. Hay un grado moderado de dolor físico que no se puede denominar sufrimiento, sólo tiene un sentido conocido, una función biológica y se acepta sin objeción A partir de un cierto grado de intensidad, el dolor físico se convierte en sufrimiento; nos condena a la pasividad. No se acierta a integrar una determinada situación dentro de un contexto de sentido; significa tristeza y pasividad o frustración. La pregunta acerca del sentido del sufrimiento es una pregunta paradójica. Ella misma es expresión de sufrimiento, de ausencia del sentido del actuar. Los amigos de Job, con sus respuestas teóricas, sólo consiguen irritarle. Dios no responde a sus preguntas, sino que le hace callar.


La sociedad moderna silencia la pregunta sobre el sufrimiento, la suprime. Concentra sus esfuerzos en la evitación y en la disminución del sufrimiento, de manera directa o indirectamente. Existe una actitud que incapacita para soportar el padecer y aumenta con ello el sufrimiento. No se enseña a sufrir, como tampoco se enseña a morir.


En la antigüedad el sufrimiento desarrollaba su rol. Dicha función hacía posible transformar, hasta cierto punto, el sufrimiento en actividad. Ej. el mendigo no es simplemente un fracasado, sino que desempeña un papel. Lo suyo no es sólo aceptar lo que le dan, no es un mero receptor, sino que él tiene algo que dar: el mendigo promete rezar por aquel que le da algo. Por ello, es importante entender que el sufrimiento no es una pura condena a la pasividad.

Interpretaciones del dolor


Son muchas las interpretaciones que se han dado del dolor y del sufrimiento. Recordemos sólo algunas:


a) El budismo considera que para anular el sufrimiento tengo que anular la voluntad. A través de la praxis meditativa debe desaparecer el Yo; de este modo, se desvanece el sufrimiento. Se trata de evitar el sufrimiento y no de plantear la pregunta sobre el sentido, porque el sufrimiento es en sí mismo lo sinsentido.


b) Schopenhauer tiene una interpretación pesimista: “Toda vida es dolor”7 Considera la apetencia al placer como carentes de satisfacción. El placer y la felicidad son vistos como ausencia del dolor. La felicidad existe cuando impedimos el deseo, evitamos enfrentamientos. Hacerse uno con la naturaleza; se trata de un cosmos estático y determinado. La felicidad consiste en disolver la subjetividad. Eliminamos el dolor aniquilando al hombre.


c) Nietzsche encarna la interpretación heroica. Dice que el dolor no tiene la última palabra: “el placer es más profundo aún que el sufrimiento”8 También señala que la causa del dolor es la subjetividad sin correlación real. Pero proclama la superioridad energética de la subjetividad sobre las fuerzas cósmicas. Si el dolor supera ciertos límites se rompe la unidad del yo, produciendo la disolución del ser humano y conduciéndolo a la misantropía y al pesimismo. Afirmando el carácter omnipotente y absoluto del propio querer.


d) La interpretación dialéctica considera que el dolor es un mal y que se debe evitar a toda costa pero a su vez es un mal que resulta necesario para el incremento y la constitución del bien y por ello es en último término un bien.

Sentido humano del sufrimiento


Lo primero que se necesita para sabes qué hacer con el dolor es aceptarlo, como algo que esta ahí, y que tenemos que encarar: es el momento dramático de nuestra existencia. Señala Lewis: “la primera y más humilde operación del dolor destroza la ilusión de que todo marcha bien”9 Nos pone en situación dramática y eso requiere un modo de expresión. Sin embargo:”el que se sobrepone a su dolor, sube más alto” (Holderlin). Quien acepta esa situación convierte el hecho doloroso en una tarea: la de reorganizar la propia vida contando con esa dramática verdad que se ha hecho presente. Así, “La enfermedad me es dada como una tarea; me encuentro con la responsabilidad de lo que voy a hacer con ella”10 El dolor “es el banco de pruebas de la existencia humana, el fuego de la fragua donde, como los buenos aceros, el hombre se ennoblece y se templa. Y, sin embargo, para los hombres frágiles y pusilánimes, el dolor puede ser ocasión del desmoronamiento definitivo.11 Cuando sufro una enfermedad, un ultraje o una desgracia no somos libres de sufrirlos o no, vienen impuestos, pero podemos adoptar ante ellos una actitud positiva o negativa, de aceptación o rechazo. En esa libertad radica la posibilidad de enriquecerse con el dolor.12 Sufrir, cuando se transforma en actitud de aceptación es algo que nos hace más libres, por eso, captamos las cosas esenciales; es crecer y madurar. El verdadero resultado del sufrimiento es un proceso de maduración; elevación o purificación. Se comprende con luces nuevas, la distinción entre lo verdaderamente importante y lo que no lo es. Yepes dice: “el dolor realiza en nosotros una catarsis, una purificación, no solo corporal, sino espiritual; nos hace menos dependiente de nuestro capricho”13. El dolor eleva al hombre por encima de sí mismo porque ayuda, le enseña a distanciarse de sus deseos. Afirma Lewis: ”el efecto redentor del sufrimiento reside básicamente en su propensión a reducir la voluntad insumisa.”14 El hombre doliente se ennoblece si ha aprendido a ser fuerte para sobrellevar su dolor. Después de los dos momentos anteriores, se puede descubrir el verdadero sentido del dolor: “yo sólo puedo afrontar el sufrimiento, sufrir con sentido, si sufro por un algo o un alguien”. El sufrimiento para tener sentido, no puede ser un fin en sí mismo. Para poder afrontarlo, debo trascenderlo:”El sufrimiento dotado de sentido apunta siempre más allá de sí mismo, remite a una causa por la que padecemos. En suma, el sufrimiento con plenitud de sentido es el sacrificio.”15 Lo que da sentido al dolor es el amor; se aguanta el sufrir cuando se ama. La fuerza para sufrir brota de los motivos que se tiene para seguir viviendo. Si estos no existen, no se aguanta una vida dramáticamente dolorosa.


La existencia del sufrimiento es un reto a la fe y a la razón. Produce daños; pero podremos hacer algo positivo si se consigue darle sentido a ese mal que se presenta muchas veces como un atentado a la existencia de Dios.


Ni la fe capacita para no sufrir, ni impide la queja inmediata, pues todo sufrimiento lleva consigo el inevitable carácter de inesperado y duro por eso, el mazazo y la rebeldía aparecen irremediablemente en la conciencia del hombre.


Frente al dolor existen actitudes. Una aceptar el dolor la otra consiste en silenciar o suprimirlo. Esto incapacita para padecerlo. Las personas se debilitan. Se trata de atontar a la persona, porque no hay respuesta para sus preguntas. No hay explicación alguna, Se esconde el dolor, la muerte etc.; no se habla de ella. No se enseña a morir y nadie aprende sobre esa realidad.


Es importante advertir que no se puede imponer el sentido, sino ayudar a encontrarlo. En esto radica la capacidad de consolar cuando es verdadero y no simplemente en la mera repetición de frases hechas. Compartir en silencio, a veces, puede ser lo mejor.


Polaino señala que el hombres doliente tiene que plantearse si va a ser feliz o no a pesar de sus sufrimientos.16 Lo primero que tiene que hacer es aceptarse a sí mismo tal como es con los sufrimientos y limitaciones.


El que ha estado en contacto con el sufrimiento, puede señalar que la persona que sufre, no pide tanto explicaciones racionales, como una actitud empátíca. Lo mismo puede suceder con las consideraciones teológicas, se queja porque no se encuentra sentido. Se necesita darle sentido porque esa situación forma parte de la vida. Sólo el sufrimiento con sentido da paz espiritual.


Ante la desgracia siempre sobran las palabras, que nunca podrán compensar la pérdida sufrida. Todo sufrimiento verdadero se experimenta como ruptura. El homo doliente dice: tengo el alma destrozada y otras cosas por el estilo.


En muchos casos el sufrimiento ennoblece, nos hace más dignos. Pero el sufrir desgasta, el dolor duele porque supone poner en juego energías vitales que consumen.


Como señalamos, la solución radica en ser capaces de encontrar ese sentido. Pero ha de ser una respuesta real. Capacidad de aceptar lo imprevisto. Superar la desesperación porque destroza. A veces cabe la actitud de echarle la culpa a otro; pero esto no resuelve nada, simplemente se transfiere el problema.


Es importante advertir, por otra parte, que la queja ante Dios por el sufrimiento, se convierte en afirmación de su existencia. Ante la realidad del sufrimiento inesperado e hiriente aparece una actitud de queja y de rebeldía ante Dios. Lo que brota del fondo del alma es la pregunta: ¿cómo es posible que Dios permita semejante cosa? ¿Qué sentido tiene las cosas que no quiero, que no he previsto y que me contrarían? pero la queja misma no deja de ser un modo de oración. Una oración que encierra una protesta y una acusación. ¿Cuál es la idea que está implicada en esa oración de queja? Dios es infinitamente poderoso e infinitamente bueno. Si no reconozco eso no lo puedo acusar de nada, puesto que existe el mal, existe Dios. Lo que hace del mal un enigma torturante es la existencia de Dios. Si Dios no existe, no hay ante quien quejarse, ni a quien pedirle cuentas.


Miedo ante el sufrimiento


Si alguien, de quien se pudiera suponer que sufre menos que otros, hablase sobre el sufrimiento, se le podría objetar:«para ti es fácil hablar; deberías antes pasar por una situación de verdadero sufrimiento: se te acabaría entonces el discurso». Pero ésta no es tampoco una réplica razonable, pues si yo sufriera de manera extrema por un instante, me encontraría entonces, de hecho, en una situación en la que nada podría decir sobre el sentido del sufrimiento.


Con todo, cuando hablamos del sufrimiento no lo hacemos necesariamente como un ciego pudiera hablar del color. Es decir, no hay límites exactos entre sufrir y no sufrir; y no los hay, porque al hombre-como dijo Thomas Hobbes -el hambre futura ya le convierte hoy en un hambriento-. Tenemos miedo del sufrimiento, y ya ese mismo miedo es sufrimiento.


Si yo estuviese hablando de un dolor físico que en este momento no tengo, o que quizá no he tenido nunca, entonces hablaría como un ciego habla del color. Pero el sufrimiento es algo distinto del dolor físico. El temor ante el dolor físico es, con frecuencia, peor que el propio dolor. Y siendo esto así, el miedo ante el sufrimiento es con frecuencia miedo del miedo. El temor ante la muerte no es en realidad miedo a estar muerto, sino miedo ante la situación en la que «mi corazón se llenará del máximo temor».


Sufrir es un fenómeno complejo. El dolor físico, el malestar, la sensación de desagrado, no son desde el principio idénticos al sufrimiento. Hay un grado moderado de dolor físico que de ningún modo podemos denominar sufrimiento, pues tiene, en la coherencia total de la vida, un sentido claramente conocido, una función biológica, y lo aceptamos sin objeción. El hambre, por ejemplo, tiene el sentido de mover a un ser vivo a que se preocupe por la comida. Una sensación aguda de hambre no supone ningún sufrimiento para el que sabe que, dentro de cinco minutos, se sentará ante una mesa bien provista. Sin embargo, la misma hambre es un sufrimiento para otra persona que sabe que, en un tiempo razonable, no va a tener nada que comer. Al hambre se le junta el miedo de un hambre mayor. El hambre pierde su sentido funcional allí donde ella es el mejor cocinero (es decir, cuando es muy grande): se convierte entonces en sufrimiento.


A partir de un cierto grado de intensidad, el dolor corporal como tales ya sufrimiento, es decir, cuando devora todas las perspectivas positivas o negativas de futuro. Si ese dolor se va, se va de una manera notablemente perfecta. Los dolores y desaparecidos gustan en cuanto tales, nada se tiene ya contra ellos; sólo queda la alegría de que han pasa do. El mal (moral) pasado, por el contrario, sigue siendo mal, y es objeto de pesar.


Decía más arriba que el mecanismo del dolor tiene ante todo un sentido biológico: precisamente el de estimular una actividad. Si consideramos el dolor en un puro plano fisiológico, como mecanismo fisiológico, y no dentro de la vida orgánica, es claro que sólo dura y actúa durante el tiempo y con la intensidad que exige su función biológica. Si sólo cupiera considerarlo de ese modo, un enfermo incurable no debería sentir ya ningún dolor, porque el dolor no desempeñaría en él, en la práctica, ninguna función. Sin embargo, el dolor continúa actuando, despliega una vida propia, llega a ser un cuerpo extraño en el ser. En lugar de estimularnos a una actividad, nos condena a la pasividad. En este sentido hablamos aquí del sufrimiento.


Allí donde no se acierta a integrar una determinada situación dentro de un contexto de sentido, allí comienza el sufrimiento. El término alemán «sufrimiento» tiene, de manera análoga a sus términos correspondientes en otras lenguas, un doble sentido. Significa tristeza (infelicidad, desagrado, ...), y también sencillamente pasividad (en el sentido de passibilitas), o, por decirlo a la moda, frustración. La pregunta acerca del sentido del sufrimiento es, ante todo, una pregunta paradójica. Ella misma es expresión de sufrimiento, de ausencia indudable del sentido del actuar. Y se atraviesa en el camino de su propia respuesta (la obstaculiza). Apenas es posible darle una respuesta teorética, pues tal pregunta quedaría resuelta si desapareciera, pero no desaparece porque se resuelva. Los amigos de Job, con sus respuestas teoréticas, sólo consiguen irritarle. Dios no responde a sus preguntas, sino que le hace callar.






















mar adentro

La película mar adentro trata sobre Ramón un persona que queda parapléjica después de un infortunado accidente en un playa a pesar de que su familia le protege, cuida y brinda amor, cariño y cuidados Ramón siente que la vida en este estado ya no es vida y por ende buscar el suicidio pero debido a su estado este es incapaz de conseguirlo sin ayuda, y recurre a la eutanasia pero en el país donde reside este, es ilegal tal acto y condenable con la cárcel para el que le ayude a realizar semejante acto por lo que decide contratar a Julia una joven licenciada que sufre una enfermedad degenerativa por lo que Ramón piensa que esta le entenderá pues piensa que esta en su misma situación, todos los esfuerzos son inútiles por parte de la abogada a pesar de que es un caso publico y Ramón tiene apoyo por parte de personas que tienen el mismo razonamiento respecto a la eutanasia en el cual el slogan de la película es “vivir es un derecho no una obligación”.

Al poco tiempo de conocer a Julia, Ramon empieza a tener cierto tipo de sentimientos hacia Julia que le dan ánimos para publicar un libro de poemas pues el don de la palabra se le da muy bien a Ramon y Julia es cautivada por las palabras de Ramon y el trato que este tiene con ella, y ambos caen en una fase de enamoramiento y hacen la promesa de que los dos morirían juntos después de que la editorial publicara el libro de Ramon por lo que con ayuda de su familia Ramon y Julia empiezan a trascribir los poemas de Ramon, Julia parte en un viaje hacia la editorialy deja a Ramon con la promesa de regresaría para morir a su lado.

Pasa el tiempo y Ramon recibe un paquete de Julia en el cual había una carta y su libro ya publicado al darse cuenta de que Julia no regresara como había prometido Ramon entra en un profunda depresión y ansiedad y después de un tiempo convence a Marta su amiga que dice que lo ama, de que si realmente lo ama lo va a ayudar y así sucede Ramon se va a unas vacaciones con Marta de las que ya no vuelve, y deja un mensaje para el mundo y familia en el que explica sus motivos.

Es pues una película en la cual un hombre que gustaba de la vida y controlar la misma se ve envuelto un accidente que le quita todo excepto el control de terminar su vida.
mar adentro trailer

viernes, 11 de octubre de 2013

Precious







Clarieece Precious Jones es una adolescente de Harlem


que tiene una madre sumamente desobligada y un padre que las abandono. A sus 16 años Precious ya tenía una hija y estaba en espera de un bebé debido a que era violada por su padre, la represión, agresiones y discriminaciones que ella recibía eran totalmente inaceptables e injustificables, a pesar de las adversidades de sus problemas Precious tuvo que salir adelante, comenzando por la toma de desiciones individuales hasta descubrir que podía tener libertad de elegir el futuro que ella quería y finalmente ser feliz con la aceptación, esfuerzo y voluntad de ella misma.

Un elemento importante que mencionar es el modo en que se basa la absoluta aceptación a través de ciertos estereotipos y podemos identificar que Precious mediante estos aspectos basaba su vida en una fantasía, perdiéndose en sus pensamientos hasta llegar a perder la noción del tiempo.
Las experiencias que Precious llego a tener no le daban las características para poder definir un concepto de su familia puesto que desde una corta edad comenzó a ser maltratada principalmente por su padre y posteriormente por su madre. Precious al comenzar a conocer a otro tipo de personas y conocer otro tipo de ideas pudo cambiar su mentalidad y abrir nuevas puertas a una calidad de vida y una estabilidad para ella y sus hijos.

Gracias a la educación que Precious logro adquirir en una escuela alternativa finalmente pudo llevar a cabo su toma de decisiones adquiriendo responsabilidades y creando su sentido de vida, es decir, sus hijos y ese enorme deseo por sacarlos adelante a pesar de todos los obstáculos que se presentaran en su vida.




Viktor Frankl


Viktor Frankl
"Una persona digna de admirar"

Hablemos un poco de su vida...

Viktor Frankl nació el 26 de Marzo de 1905, en Viena, Austria.Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría.En 1942 fue deportado a un campo de concentración junto con su familia.  Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano; sus familiares fallecieron.En 1945 escribe su libro: “El hombre en busca de sentido”.Ganó el premio Oskar Pfister de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.Publicó más de 30 libros y dio conferencias por todo el mundo. Murió el 02 de septiembre de 1997, en Viena.


Teorías propuestas por Viktor Frankl

>PSICOTERAPIA HUMANISTA Tercera escuela de psicoterapia:

   Logoterapia

  •      Libertad de voluntad
  •      Voluntad de sentido
  •      Sentido de la vida
Autorrealización humana

Autor de muchísimas obras

Una entrevista muy interesante, te invitamos a verla!




jueves, 10 de octubre de 2013

CARL ROGGERS

     - Bibliografía:



  • Carl Rogers nació el 08 de enero 1902 en Oak Park Cuando Carl , tenía 12 años, su familia se trasladó a una granja a unos 30 kilómetros al oeste de Chicago, y fue aquí que iba a pasar su adolescencia. Con un estricto tareas crianza y muchos, Carl se convertiría en lugar aislado, independiente y auto-disciplinado. Luego pasó a la Universidad de Wisconsin como una agricultura importante. Más tarde, pasó a la religión para estudiar para el ministerio. Durante este tiempo, fue seleccionado como uno de los diez estudiantes para ir a Beijing para la "Conferencia Mundial de la Federación de Movimientos Estudiantiles Cristianos" durante seis meses. Él nos dice que sus nuevas experiencias para ampliaron su pensamiento que empezó a dudar de algunos de sus puntos de vista religiosos básicos.

    LA TEORÍA HUMANISTA DE CARL ROGERS (1902-1987)


    Rogers resaltó la tendencia del organismo hacia el crecimiento personal. Su teoría se basa en los siguientes postulados:

    • Visión holista y optimista del ser humano.

    • El objetivo de la Psicología Humanista es comprender y mejorar la personalidad.

    • Todas las personas tienen un potencial de crecimiento y el fin de la persona es el desarrollo de sus capacidades positivas.

    • El eje vertebrador del comportamiento son los procesos motivacionales. Para Roger lo que diferencia a una persona sana de otra desadaptada es la calidad de la relación entre su yo (ideales, valores, expectativas, intereses) y su experiencia.


    La personalidad madura y equilibrada es el resultado del proceso de autorrealización, es decir del proceso de convertirse en persona. Esto supone cultivarse, crecer y madurar en armonía. Luego, aunque pueda parecer un proyecto a largo plazo, no es así, significa saber vivir el presente. La autorrealización no es un fin sino un proceso: es saber disfrutar de la vida; aceptarse sin apartar la posibilidad de cambiar; valorar lo que uno piensa y siente; ser independiente, valorar las relaciones con los demás sin someterse a sus expectativas, resolver adecuadamente los conflictos; y además, es aceptar la responsabilidad de la propia vida.

Abraham Maslow

Abraham Maslow 
Bibliografía 
Nació en Brooklyn, Nueva York el 1 de abril de 1908.
Fue un niño bastante solitario, refugiándose en los libros.
Estudió leyes en el City College de Nueva York.
    Se casó con Berta Goodman, su prima mayor, en contra de los deseos de sus padres.
› En 1951 Maslow pasó a ser Jefe del departamento de Psicología en Brandeis
Fue aquí donde empezó su cruzada a favor de la psicología humanística; algo que llegó a ser bastante más importante que su propia teoría.
    
  

TEORÍA PSICOLÓGICA
Maslow plantea entonces, dentro de su teoría de la personalidad, el concepto de jerarquía de las necesidades, en la cual las necesidades se encuentran organizadas estructuralmente con distintos grados de poder, de acuerdo a una determinación biológica dada por nuestra constitución genética como organismo de la especia humana. 
La jerarquía está organizada de tal forma que las necesidades de déficit se encuentren en las partes más bajas, mientras que las necesidades de desarrollo se encuentran en las partes más altas de la jerarquía.



Necesidades fisiológicas: básicas para mantener la homeostasis o equilibrio, por ejemplo: necesidad de respirar, beber agua y alimentarse, de mantener el equilibrio de la temperatura corporal, de dormir y descansar.
Necesidades de seguridad y protección: surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido; incluso desarrollar ciertos límites de orden.
Necesidades de afiliación y afecto: Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son necesidades de asociación, participación y aceptación. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en organizaciones sociales.
Necesidades de estima: La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad. Podemos distinguir entre la alta estima (necesidad del respeto a uno mismo) y la baja estima (respeto de las demás personas).
Autorrealización o auto actualización: Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.


martes, 8 de octubre de 2013

ERICH FROMM



Biografía

Erich Fromm 1900 - 1980


Erich Fromm nace en Frankfurt, Alemania, en el año 1900 y fallece en Suiza en 1980. Hijo único de Naftalí Fromm, judío ortodoxo, y de Rosa Krause. En 1918 finaliza su bachillerato y estudia dos semestres de derecho en su ciudad natal. Un año más tarde, realiza los estudios de Sociología, Psicología y Filosofía en Heidelberg.

En su autobiografía, Más Allá de las Cadenas de la Ilusión, Fromm habla de dos eventos acontecidos en su adolescencia temprana que le condujeron hacia este camino.

Recibió su doctorado en Heidelberg en 1922 y empezó su carrera como psicoterapeuta. Se mudó a los EEUU en 1934 (¡una época bastante popular para abandonar Alemania!), estableciéndose en la ciudad de Nueva York, donde conocería muchos de los otros grandes pensadores refugiados unidos allí, incluyendo a Karen Horney, con quien tuvo un romance.

Cerca del final de su carrera, se mudó a ciudad México para enseñar. Ya había hecho un considerable trabajo de investigación sobre las relaciones entre la clase económica y los tipos de personalidad de allí. A menudo se vería envuelto en asuntos socio-políticos por los que sentía un verdadero interés.


Fechas importantes
En 1922, se especializó en Psicoanálisis en la universidad de Munich y en el Instituto Psicoanalítico de Berlín, este último fundado por Sigmund Freud.

En 1924 es psicoanalizado por Wilhelm en Munich y conoce a Frida Reichmann, una psicoanalista con la cual se casa dos años más tarde. Junto con Karl Landauer hace el intento de continuar el psicoanálisis en Frankfurt y renuncia a la práctica de un judaísmo ortodoxo hasta llegar a un ateísmo místico.

En 1927 hace sus primeras publicaciones como psicoanalista ortodoxo. Dentro de los siguientes dos años, funda en Frankfurt el Instituto de Alemania del Sur; y crea el Instituto de Berlín y Psicoanálisis con la ayuda de Hans Sachs.

En 1930 es miembro activo del Instituto de Investigación Social en Frankfurt y finaliza su formación en Berlín. Posteriormente, comienza su práctica profesional en esa misma ciudad.

1933 emigra a tierras americanas, primero a Nueva York, donde conoce a Karen Horney y se desempeña como profesor en las Universidades como Columbia, Michigan, New York y Yale.

En 1941 publica su célebre obra El miedo a la libertad, que le dio realmente a conocer. En esa obra se revelaría un alejamiento definitivo de Freud.

En 1949 se traslada a Cuernavaca, México, de cuya Universidad sería profesor. Desarrolló una teoría política que llamó "Socialismo humanista comunitario"

1955 publica La sociedad sana y el 1956 El Arte de Amar


OBRAS DE ERICH FROMM
Podrá sobrevivir el hombre?
Del tener al ser
El amor a la vida
El arte de amar
El arte de escuchar
El dogma de cristo
El humanismo como utopía real
Psicoanálisis de la sociedad contemporánea: hacia una sociedad sana
Sociopsicoanálisis del campesino mexicano: estudio de la economía y la psicología de una comunidad rural

TEORÍA DE LAS RELACIONES

Las causas que motivaron a Erich Fromm al desarrollo de su teoría se fundamentan en dos sucesos ocurridos en su adolescencia temprana, que de acuerdo a su autobiografía él manifiesta que marcaron su vida en el sentido que no comprendía lo que le sucedía, lo cual lo motivo a buscar respuesta. La primera de ellas ocurrió cuando tenía 12 años de edad y era sobre una amiga de la familia, tendría ella más o menos unos 25 años; era hermosa, atractiva y además pintora; la primera pintora que el conocía, ella estaba muy ligada con su padre y al fallecer éste, ella toma la drástica decisión de suicidarse, dejando un testamento que estipulaba que su deseo era ser enterrada al lado de su padre. Noticia que sorprendió al joven Erich, y se lanzó esa pregunta que muchos de nosotros nos haríamos: “¿por qué?”. Más tarde, encontraría algunas respuestas (parcialmente, como admitió) en Freud.

La segunda experiencia tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial; y su impacto fue más fuerte que el primero, tenía 14 años de edad, y pudo darse cuenta hasta dónde podía llegar el nacionalismo. A su alrededor, se repetían los mensajes: “Nosotros (los alemanes, o mejor los alemanes cristianos) somos grandes; Ellos (los ingleses y aliados) son mercenarios baratos”. El odio, la “histeria de guerra”, le asustó, como debía pasar.

LA LIBERTAD

En la actualidad, miramos la vida de la Edad Media o vemos la vida como un animal y simplemente nos encogemos de miedo. Pero la verdad es que la falta de libertad representada por el determinismo social o biológico es fácil: tu vida tiene una estructura, un significado; no hay dudas, no hay motivo para la búsqueda de un alma; simplemente nos adaptamos y nunca sufrimos una crisis de identidad.

Históricamente hablando esta simple pero dura vida empieza a perfilarse durante el Renacimiento, donde las personas empiezan a considerar a la humanidad como el centro del universo, en vez de Dios. En otras palabras, no solamente nos llevamos de ir a la iglesia (o a cualquier otra institución tradicional) para buscar el camino que vamos a seguir. Después vino la Reforma, que introdujo la idea de que cada uno de nosotros éramos responsables individualmente de la salvación de nuestra alma. Y luego sobrevinieron las revoluciones democráticas tales como la Revolución Americana y la francesa. En este momento parece que estamos supuestos a gobernarnos a nosotros mismos.

Posteriormente vino la Revolución Industrial y en vez de trillar los cereales o de hacer cosas con nuestras manos, teníamos que vender nuestro trabajo a cambio de dinero. De repente, nos convertimos en empleados y consumidores. Luego vinieron las revoluciones socialistas tales como la rusa y la china, que introdujeron la idea de la economía participativa. Además de ser responsable de tu manutención, tenías que preocuparte de tus empleados.

Así, tras casi 500 años, la idea del individuo, con pensamientos, sentimientos, consciencia moral, libertad y responsabilidad individuales, se estableció. Pero junto a la individualidad vino el aislamiento, la alienación y la perplejidad. La libertad es algo difícil de lograr y cuando la tenemos nos inclinamos a huir de ella.

En respuesta a la condición básica de la libertad, los seres humanos tienen dos formas de resolver este problema. Pueden trabajar juntos con un espíritu de amor para crear una sociedad que satisfaga de manera optimista sus necesidades o simplemente escapar de la carga de la libertad hacia dependencias y sumisión nuevas, este ultimo puede aliviar los sentimientos de aislamiento pero no satisface de manera creativa las necesidades de la humanidad ni conduce a un desarrollo óptimo de la personalidad.

Fromm describe tres vías a través de las cuales escapamos de la libertad, y las llamó mecanismos de escape, y se detallan a continuación:

1- Autoritarismo.

Buscamos evitar la libertad al fusionarnos con otros, volviéndonos parte de un sistema autoritario como la sociedad de la Edad Media. Hay dos formas de acercarse a esta postura: una es someterse al poder de los otros, volviéndose pasivo y complaciente. La otra es convertirse uno mismo en un autoritario. De cualquiera de las dos formas, escapamos a una identidad separada.

Fromm hace referencia al masoquismo y sadismo como la versión más extrema de autoritarismo y nos señala que ambos se sienten compelidos a asumir el rol individualmente, de manera que aunque el sádico con todo su aparente poder sobre el masoquista, no es libre de escoger sus acciones. Pero existen posturas menos extremas de autoritarismo en cualquier lugar.

2- Destructividad.

Los autoritarios viven una dolorosa existencia, en cierto sentido, eliminándose a sí mismos: ¿si no existe un yo mismo, cómo algo puede hacerme daño? Pero otros responden al dolor volviéndolo en contra del mundo: si destruyo al mundo, ¿cómo puede hacerme daño? Es este escape de la libertad lo que da cuenta de la podredumbre indiscriminada de la vida (brutalidad, vandalismo, humillación, crimen, terrorismo)

Fromm añade que si el deseo de destrucción de una persona se ve bloqueado, entonces puede redirigirlo hacia adentro de sí mismo. La forma más obvia de auto destructividad es por supuesto, el suicidio. Pero también podemos incluir aquí muchas enfermedades como la adicción a sustancias, alcoholismo, etc. La auto destructividad es una destructividad frustrada, no al revés.

3- Conformidad autómata.

Los autoritarios se escapan de su propia persecución a través de una jerarquía autoritaria. Pero nuestra sociedad enfatiza la igualdad. La persona que utiliza la conformidad autómata es como un camaleón social: asume el color de su ambiente. Ya que se ve como el resto de los demás, ya no tiene que sentirse solo. Desde luego no estará solo, pero tampoco es él mismo. El conformista autómata experimenta una división entre sus genuinos sentimientos y los disfraces que presenta al mundo, muy similar a la línea teórica de Horney.

De hecho, dado que la “verdadera naturaleza” de la humanidad es la libertad, cualquiera de estos escapes de la misma nos aliena de nosotros mismos.

El hombre nace como una extrañeza de la naturaleza; siendo parte de ella y al mismo tiempo trascendiéndola. Él debe hallar principios de acción y de toma de decisiones que reemplacen a los principios instintivos. Debe tener un marco orientativo que le permita organizar una composición consistente del mundo como condición de acciones consistentes. Debe protegerse a sí mismo no solo del peligro de perder su vida, sino de perder su mente. Fromm habla de una “verdadera” libertad personal.

Familias

Escoger la forma en la cual escapamos de la libertad tiene bastante que ver con el tipo de familia en la que crecemos. Fromm describe dos tipos de familias no productivas:

1- Familias simbióticas.

La simbiosis es la relación estrecha entre dos organismos, que no pueden vivir el uno sin el otro. Algunos miembros de la familia son “absorbidos” por otros miembros, de manera que no pueden desarrollar completamente sus personalidades por sí mismos. El ejemplo más obvio es el caso donde los padres “absorben” al hijo, de forma que la personalidad del niño es simplemente un reflejo de los deseos de los padres.

El otro ejemplo es el caso donde el niño “absorbe” a sus padres. En este caso, el niño domina o manipula al padre, que existe esencialmente para servir al niño.

En realidad, prácticamente todo el mundo de una sociedad tradicional aprende como ser tanto dominante como sumiso, ya que casi todo el mundo tiene a alguien por encima o debajo de él en la jerarquía social. Obviamente, el escape autoritario de la libertad está estructurado en tal sociedad.

2- Familias apartadas.

De hecho, su principal característica es su gélida indiferencia e incluso su odio helado. Aún cuando el estilo familiar de “repliegue” ha estado siempre con nosotros, ha llegado solo a dominar algunas sociedades en los últimos pocos cientos de años; esto es, desde que la burguesía ( la clase comerciante) arribó a la escena con fuerza. Menciona tipos de familia apartadas, las cuales las clasifica así:

Grupo A de las familias apartadas:

La versión “fría”:

Es la más antigua de las dos, propia del norte de Europa y partes de Asia, y en todas aquellas partes donde los comerciantes han sido considerados como una clase formidable. Los padres son muy exigentes con sus hijos, de los cuales se espera que persigan los más altos estándares de vida. Los castigos no son cuestión de un coscorrón en la cabeza en medio de una discusión durante la cena; es más bien un proceso formal; un ritual completo que posiblemente envuelve romper la discusión y encontrarse en el bosque para discutir el tema. El castigo es radical y frío, “por tu propio bien”. De forma alternante, una cultura puede utilizar la culpa y la retirada de afecto como castigo. De cualquiera de las maneras, los niños de estas culturas se tornan hacia el logro en cualquiera que sea la noción de éxito que éstas posean.

El estilo puritano de familia:

Defiende la huida destructiva de la libertad, lo cual es internalizado a menos que algunas circunstancias (como la guerra) no lo permitan. Este tipo de familias propulsa una forma más rápida de perfeccionismo (viviendo según las reglas) que es también una forma de evitar la libertad que Fromm no menciona. Cuando las reglas son más importantes que las personas, la destructividad es inevitable.
Grupo B de las familias apartadas:

La familia moderna
Se puede hallar en la mayoría de sociedades más avanzadas del mundo, de manera especial en EEUU. Los cambios en las actitudes de la crianza infantil ha llevado a muchas personas a estremecerse ante el hecho de un castigo físico y culpa en la educación de sus hijos. La nueva idea es criar a tus hijos como tus iguales. Un padre debe ser el mejor amigo o compañero de su hijo; la madre debe ser la mejor compañera de su hija. Pero, en el proceso de controlar sus emociones, los padres se vuelven bastante indiferentes. Ya no son, de hecho, verdaderos padres, solo cohabitan con sus hijos. Los hijos, ahora sin una auténtica guía adulta, se vuelven a sus colegas y la “media” en busca de sus valores. Esta es, por tanto, la superficial y televisiva familia.
El escape de la libertad es particularmente obvia aquí: es una conformidad autómata. Aunque todavía esta familia está en minoría en el mundo (salvo, por supuesto, en la TV), esta es una de las principales preocupaciones de Fromm. Parece ser el presagio del futuro.
Familias amorosas y razonables:
Considerada como una familia buena, sana y productiva. Fromm sugiere que ésta sería una familia donde los padres asumen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a razonar en una atmósfera de amor. El crecer en este tipo de familias permite a los niños aprender a identificar y valorar su libertad y a tomar responsabilidades por sí mismos y finalmente por la sociedad como un todo.